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Un litigio contra los techos de cristal

La jueza representada por Litigio Estratégico Indígena promovió amparo contra de las normas constitucionales locales y la designación realizada por el titular del Ejecutivo

El 22 de marzo de 2021 se publicó una convocatoria del entonces gobernador de Oaxaca para ocupar dos vacantes de magistrada o magistrado en el Tribunal de Justicia del Estado de Oaxaca. Una jueza de Oaxaca decidió participar.


Después de llevarse a cabo los exámenes de oposición, remitieron al gobernador, una lista de ocho mujeres y otra de ocho hombres, con la finalidad de que se emitiera una terna de mujeres y que uno de los nombramientos fuera para una mujer. Entre las ocho mujeres seleccionadas iba la jueza quien labora en el Poder Judicial de Oaxaca.


El 20 de abril de 2021, una Comisión de la LXIV Legislatura del Congreso del Estado de Oaxaca, recibió la comparecencia de los seis aspirantes. El cuatro de mayo de 2021, el gobernador de Oaxaca, sin ningún respeto por la paridad de género nombró a dos hombres como magistrados excluyendo a la jueza quejosa.


Tomando en consideración que de 28 magistrados que integran la totalidad del Pleno del Tribunal Superior de Justicia 21 son varones y solo siete son mujeres el titular del Ejecutivo, al designar a dos hombres más como magistrados, violó la paridad de género. Además, el gobernador no tomó en cuenta la carrera judicial, pues las dos personas designadas no tienen experiencia ni formación en la Administración de Justicia.


Por lo anterior, la jueza representada por Litigio Estratégico Indígena promovió amparo contra de las normas constitucionales locales y la designación del Titular del Ejecutivo.


Ante la ineficacia del sistema judicial mexicano para remediar ese tipo de violaciones actualmente se han presentado peticiones ante el Sistema Interamericano y ante el Relator de Independencia Judicial de la ONU.


Este litigio tiene como propósito que las mujeres accedan a los cargos de poder y de toma de decisión, con la finalidad de que podamos configurar una realidad equitativa. Y también que se respete la división de poderes del Estado para que realmente vivamos una realidad con respecto a la independencia judicial. Y será un precedente para ir construyéndolo en el país un sistema de justicia más igualitario.

 

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