El presidente de Litigio Estratégico Indígena A. C. (LEI), Carlos Morales Sánchez, expresó que cuando se habla de rescatar un río, no se habla de un problema menor, sino se habla de nuestra propia existencia y nuestra pervivencia como humanidad.
Oaxaca de Juárez, Oax., 8 de octubre de 2024.- El presidente de Litigio Estratégico Indígena A. C., Carlos Morales Sánchez, participó en la ponencia “El camino hacia la justicia ambiental: desafíos y oportunidades para los defensores ambientales en Oaxaca”.
La ponencia realizada en la Benemérita Universidad de Oaxaca (BUO) también contó con los ponentes Carlos Asúnsolo Morales del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y Jesús Gerardo Herrera Pérez de la Red de Intérpretes y Promotores Culturales.
En su intervención, Carlos Morales afirmó que como litigantes y defensores del medio ambiente, más allá de tomar las plazas públicas, protestar y subir “posteos” en las redes sociales, lo que pueden hacer son por lo menos cuatro acciones jurídicas: promover amparos en materia ambiental, promover amparos colectivos, promover acciones colectivas y promover juicios de responsabilidad ambiental.
“Yo creo que si ejercitamos estas cuatro vías, tenemos la posibilidad de decirle a las autoridades que necesariamente deben intervenir en la protección del ambiente”.
Sin embargo, expresó que después de ocho años de la sentencia de amparo que obtuvo Litigio Estratégico Indígena en la que se ordena los rescates de los ríos Atoyac y Salado de Oaxaca, y la cual aún sigue en la fase de planeación por la laxitud e indolencia del Poder Judicial de la Federación y el Poder Ejecutivo, la lucha a favor del medio ambiente tiene que realizarse por cada una de las personas que conforman la ciudadanía.
“Nosotros queremos que la ciudadanía participe, se organice… Nosotros siempre pensamos que la vía adecuada que debíamos seguir es la vía del litigio, que es una vía institucional; pero hoy vemos que tal vez no sólo sea necesario sólo esa vía, sino continuar con otras formas de lucha, invitar a la ciudadanía para que se manifieste”.
Morales Sánchez, expresó que cuando se habla de rescatar un río, no se habla de un problema menor, sino se habla de nuestra propia existencia y nuestra pervivencia como humanidad.
“Cada vez que se rescata un río, no es el beneficio exclusivo para el quejoso, rescatar un río implica beneficiar a la sociedad, al país, y si tenemos más amplitud de visión, pues a la humanidad entera”.
Uno de los temores de las personas defensoras del medio ambiente, agregó, es que con la reforma constitucional al sistema judicial en México los nuevos jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial a partir de un proceso de elección popular, “estén alineados al poder, al oficialismo”.
Si esto acontece así, es decir, si los jueces o magistrados o ministros se alinean al oficialismo, los amparos para la protección el medio ambiente dejarán de existir porque no habrá jueces, ni magistrados ni ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que se atrevan a conceder un amparo contra el Poder Ejecutivo Federal.
“¿Cuáles son nuestros temores como defensores de derechos humanos, del medio ambiente?, tenemos el gran temor de que ahora el amparo, el juicio de responsabilidad ambiental, las acciones colectivas, en atención a que se piensa, que los jueces, magistrados y ministros que van a ser designados, van a estar alineados lógicamente a una visión oficialista, y es muy poco probable que concedan amparos contra el propio Ejecutivo, el cual es el encargado, así como su nombre lo indica, de ejecutar las acciones para la protección al medio ambiente”.
El presidente de Litigio Estratégico Indígena, Carlos Morales, no obstante, expresó que espera que en la nueva conformación del Poder Judicial de la Federación, encuentren jueces que sigan postulando que el juicio de amparo debe ser el último bastión, el último mecanismo para la defensa y protección del medio ambiente en México.
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